COMO UN EXPLORADOR

Así es, como un explorador. Así me patee Kuala Lumpur (el nombre es un poco de coña) y acabe destrozado. La ciudad aparte de las Torres Petronas, creo que actualmente la segunda más alta del planeta tierra después de un edificio en Dubai, no tiene mucho más que ver, en rollo monumento, templo, fuente, etc… Pero la ciudad en sí, la gente, es digna de ver. No tiene nada que ver con singa ( ya me voy adaptando a la jerga de la ciudad), es otro mundo separado tan solo por cuatro horas de autobús. Mientras que Singapur es un país “occidentalizado”, o por lo menos eso intentan por aquí (aunque no les sale muy bien eso de ponerse una gorrita pa´tras y los pantalones cagaos), en KL (como habréis entendido me refiero a Kuala Lumpur) les resbala el tema de querer ser como nosotros. Y bien que hacen.

Allí la gente abarrota las calles, todo el mundo se dedica a algo, algunos no se muy bien a qué, pero nadie esta tocándose los huevos. Unos venden en los mercadillos, otros barren las calles, otros se dedican a captar clientes para los taxis, otros son los taxistas, etc… En definitiva, la ciudad bulle entre la mugre y los ambiguos olores que salen de los mercadillos y los pequeños restaurantes callejeros.
Tras el pateo, ya en el autobús, pensaba en que debería escribir algo en el blog sobre mi visita a KL, y pensé en criticar la doble moral de los que han permitido la creación de una de las edificaciones mas ostentosas y onanísticas (para mí que el que diseñara esto la tenía que tener muy chica) como son las Torres Petronas en medio de un vertedero, porque quitando la plaza y los lujosos hoteles que rodean a estos 2 monstruos lo demás es como las típicas imágenes de la tele que todos hemos visto en Bombay, Camboya o Hanoi. Joder, es como si en medio del Vacie plantaran un Corte Ingles, absurdo.

Pero ese hubiera sido el camino fácil. Criticar por criticar. Pensandolo detenidamente, no veo más pretensiones ni pomposidad en esto que en mi chaqueta de cuero (que me costó una pasta gansa) cuando me cruzo por las calles del centro con algún mendigo. Porque os juro que no vi ni un puto mendigo en todo KL. Ni uno. Nadie pedía dinero. Todo el mundo se intentaba buscar la vida como fuera, de la mejor manera posible. Es comprensible. Hasta el tipo que le pille metiéndome la mano en el bolsillo trasero del pantalón en un mercadillo, cuando me di la vuelta, la expresión de su cara, de resignación por el trabajo mal hecho, encogiendo los hombros tratando de pedirme perdón, ante lo que no pude mas que sonreírle con una extraña mueca de aprobación, como diciéndole: lo siento, otra vez será.
Asi que cuando pasaron las 4 horas de autobús y llegue a casa (que no al hogar, porque una casa no hace un hogar) estaba (y estoy) completamente convencido que darme cuenta de que nada es perfecto, que no somos más felices por lo que más tenemos sino por lo que no necesitamos tener, es de las cosas más importantes que he aprendido en mi vida.

Porque lo importante para no ser un desgraciado infeliz es no necesitar nada que no tengas, saber pasar página, mirar hacia delante sin rencor.

Y todo esto viene el nombre de la entrada. Como un explorador. Quiza no sea de las canciones mas conocidas de Joaquin Sabina ( triste pero desde que entro en su vida la salud se marcharon las musas, sin palabras su ultimo disco, que pena…) pero os aseguro que si la escuchais detenidamente, no tardaré en ser una referencia para los sabineros como yo. La canción tiene sus añitos, del disco “esta boca es mia”, para mi el mejor de Sabina, también os lo recomiendo si no lo conoceis.

Imaginaros una mañana de estas que os levantais sin ganas de seguir sufriendo por alguna chica o algún chico, estais hasta los mismísimos de vuestras melancolía que os consume y os devora, que teneis que hacer? Facil, demasiado fácil para ser verdad;

“Después de tanto tiempo al fin te has ido
y, en vez de lamentarme, he decidido
tomármelo con calma.
De par en par he abierto los balcones,
he sacudido el polvo a todos los rincones
de mi alma.”

Una canción de esperanza, de olvidarlo todo y volver a los viejos lugares comunes de antes, donde nos hicimos hombres a base de hostias y botellones;

“He vuelto a tropezar con el pasado
y he decidido, en el bar de mis pecados,
otra copa de ron.”

Asi que ya sabeis;
“ a veces gana, el que pierde a una mujer”

Bueno os dejo que la escuchéis sin destripárosla, porque si por mi fuera haría una referencia a casi todas las estrofas de esta canción. Sencillamente genial (bueno, la ultima “solo me pongo triste cuando alguno, en el momento más inoportuno me pregunta por ti”)Lo siento.




y aqui la letra

Abrazos pa´tos.